Hoy suena «All The Prety Girls» de Kaleo.

29 de Febrero, dia extraño donde los haya; que se nos descuadra el calendario gregoriano con la naturaleza, pues nos sacamos un día de la manga cual espectáculo de Dynamo en las calles de cualquier ciudad y todo solucionado. No podía dejar pasar un día extra sin seguir rellenando el saco de posts.

Hoy, además, es día festivo en Andalucía, por haber caído el 28 de Febrero, día de la Comunidad Autónoma Andaluza en domingo; por lo tanto, para quién no haya tenido que trabajar el sábado, hemos tenido 3 días de descanso y «mini-vacaciones», aprovechando todo el que ha podido para realizar un viaje relámpago y desconectar, aunque sean por 72 horas, o algunas más si lo haces desde el viernes.

Al igual que los musulmanes deben peregrinar, al menos una vez en su vida a La Meca; París debería ser visita obligada en todo ser humano.

Yo puedo decir que soy uno de los privilegiados en conocer París, y no, no me refiero a haber ido a París un fin de semana realizando un tour turístico en bus y haber entrado en EuroDisney; no, me refiero a conocerla «de cabo a rabo». Hace 10 años estuve una semana y, de un bono de metro de 10 viajes, me sobraron 3; decidí que aquella maravillosa ciudad (hoy sigo pensando lo mismo) se merecía que gastara mis energías y suelas de zapatos conociendo sus rincones y sus gentes, puestos de comida callejera y curiosas terrazas de restaurantes; y así lo hice, y así lo volveré a hacer en cuanto pueda volver.

Pues este fin de semana, y echando un ojo a mi muro de Facebook/Instagram/Twitter y Grupos de WhatsApp, veo que todos mis contactos han estado conociendo, disfrutando o volviendo a revivir experiencias en algún lugar de Andalucía.

Desde Huelva hasta Jaén,  pasando por Mijas, El Valle de Los Pedroches,  Grazalema o Granada, entre otros tantos destinos, este fin de semana he tenido a tod@s repartidos y enviando fotografías compartiendo sus momentos. Y es cuando, viendo estas fotografías y recordando muchos lugares en los que ya he estado,  te das cuenta que vivimos en una región que no tiene nada que envidiar a los «grandes» destinos turísticos, como en este caso he dicho París, pero que podría haber nombrado cualquier otra ciudad.

En Sevilla, además de festivales de comida callejera o exposiciones de antiguos soldados del imperio chino, hemos podido descubrir los enclaves en los que Cervantes se inspiró para sus Novelas, subir a «las setas» y observar el casco histórico desde arriba. O simplemente pasear por la calle Betis mientras la escuela de piragüismo nos deleita con una pequeña competición entre sus alumnos. Todo ello, en mangas de camisa.

En Mijas, un paseo en sus famosos Burro-Taxi, o una visita al Museo Taurino y pudiendo estar en la playa en bañador y sin camiseta; aunque también se ha tenido que echar mano a la piscina climatizada del hotel.

A tan sólo 160km, Granada,  con su Alhambra y mirador de San Nicolás, la Carrera del Darro o el barrio del Realejo, y todo ello con ropa de abrigo y cadenas para las ruedas por la proximidad de Sierra Nevada.

Grazalema y los Pueblos Blancos de la Sierra de Cádiz.
El Valle de los Pedroches, formado por su más de 15 municipios, y famoso por ser cuna de una de las mayores empresas de alimentación, no sólo andaluza, sino española.
Salobreña, costa tropical y su castillo Medieval.
Ronda y su Tajo, hoy nevados.
Y otros tantos y tantos destinos que sería imposible nombrarlos todos aquí.

Y aún así, cuando pensamos en un viaje, siempre pensamos primero en salir de España.

Ya es hora que, a la hora de viajar, nos miremos al ombligo; y como dice una amiga, veamos en Andalucía….un trozo de cielo