Sonando «Mom amour«
Esto, subsconscientemente te crea cierta necesidad de tener pareja; unas veces con acierto y otras no tanto, pero ahí estás, buscando tu princesa o príncipe azul como manda Disney, y hartándote de helado a lo Bridget Jones cuando sufres un fracaso o ruptura.
Así van pasando años, algun@s tienen más éxito, otr@s menos, pero llega el momento en el que no te crees los cuentos de Disney y ya no te entra más helado; en ese momento, levantas muros, escudos y decides sacar la bandera blanca, te rindes, dejas de creer en cuentos de hadas y dices, bueno, tan poco se está mal soltero «de por vida»
Llega la famosa pandemia y te decides ampliar amistades, pero eso sí, con tu escudo bien alto, que nadie vaya a entrar en tu intimidad.
Gracias a la moda, medios de comunicación, ideales de película, etc…. tenemos interiorizado los típicos tópicos estereotipos.
P
Es en ese momento cuando te das cuenta, que de nada sirven los muros o los escudos cuando en tu vida